Nuestra misión es llevarte información precisa, coherente y rápida pero sobretodo de actualidad, en

jueves, 12 de enero de 2012

La piel refleja nuestro modo de vida

La piel refleja nuestro modo de vida

La expresión popular ser de buena o mala piel no pasa de ser una descripción del carácter de una persona, incluso en sentido literal. La piel, como órgano con importantes funciones a su cargo, nos dice con sinceridad cómo nos va, si sabemos interpretar su lenguaje.
La piel no es tan solo el límite de nuestro cuerpo frente al exterior, y una protección contra las agresiones del medio ambiente, sino que es así mismo, la superficie fronteriza esencial, a través de la cual lo que se desarrolla en el interior del organismo interacciona con el mundo externo.
La piel vive, respira y reacciona a todos los estímulos internos o externos, como un órgano sensorial altamente diferenciado con lenguaje propio. Puede responder con aumento o excitación de sus más diversas funciones, hasta llegar a la inflamación o a la degeneración. La respuesta puede ser, también, desde una disminución, hasta la extinción y total paralización de sus funciones, lo que en la práctica supone la muerte de las células cutáneas.
Todos los estímulos internos y externos deben quedar en el ámbito de su capacidad adaptativa, para evitar que surjan trastornos funcionales o incluso lesiones. Ahora bien, por nuestra experiencia diaria sabemos que la mayoría de las enfermedades de la piel son provocadas por procesos patógenos internos, trastornos metabólicos, disfunciones hormonales y procesos tóxicos, motivados por el estreñimiento intestinal crónico, por focos infecciosos en los dientes, amígdalas, fosas nasales u órganos genitales.
Si existe una carencia nutritiva y salutífera a causa de una alimentación de poco valor, mal combinada o desequilibrada, puede llegarse rápidamente al estado de hipersensibilidad de la piel (alergia). La piel reacciona entonces ante cualquier estimulo externo hasta entonces inocuo ( ejemplo la ropa de fibra sintética) con reacciones alérgicas.


jueves, 5 de enero de 2012

Daños debidos a la sal



Daños debidos a la sal
Fuente: La salud por la nutricion de Dr. E. Schneider

Después de absorbida la sal por el torrente circulatorio, se disocia en gran parte la combinación de cloro y sodio, ejerciendo sus propios efectos por separados.Mientras que, al parecer, el átomo
de cloro resulta inocuo, ya que se combina rápidamente con otras sustancias y entra a formar parte del acido clorhídrico del estomago al unirse al hidrogeno, el átomo libre de sodio, en cambio ejerce notables efectos tóxicos.


Si se da a un niño de pecho de 1 a 3 gramos de sal reaccionara con una subida de temperatura. Pero también los adultos, tras varios meses de consumo excesivo de sal, sufren fuertes efectos en todas las funciones orgánicas y de los tejidos: gingivitis, gastritis, enteritis, hemorragias hemorroidales, jaquecas e inflamaciones en otras mucosas. Los males de la sal se deben, al parecer, de modo general, a una perturbación del tejido conjuntivo. Como el vital significado del tejido se ha destacado nuevamente a través de las modernas investigaciones sobre el cáncer, puede calcularse el grave daño que en el puede causar la sal.


En una serie de enfermedades graves de corazón, hígado y riñones, así como en el edema de embarazo, se conoce y aprovecha diariamente el efecto curativo de la supresión total del consumo de sal.

Hace setenta años fueron dos médicos franceses quienes observaron que, en los enfermos de hipertensión, esta descendía a lo normal, en cuanto se suprimía la sal. Veinte años después, los médicos norteamericanos se ocuparon de esta observación y pudieron comprobarla tras algunas investigaciones, si bien con resultados desiguales.

Hoy la dieta sin sal, forma parte principal del tratamiento de los enfermos de corazón y del sistema circulatorio en general, así como de los riñones, hígado, piel y pulmón. Los alimentos que carecen de sal en su composición (arroz, frutas), pueden hacer milagros en la hipertensión y las enfermedades cardiacas.