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martes, 20 de diciembre de 2011

Hierbas

Las hierbas se han usado para tratar enfermedades desde cientos de años, con resultados diversos. Actualmente, las hierbas se pueden encontrar en una gran variedad de productos como pastillas, extractos líquidos, tés y ungüentos. Muchos de estos productos son inofensivos y seguros de consumir, pero otros pueden causar efectos secundarios graves y dañinos.

Puede que unos hasta interfieran con las tratamientos demostradas contra el cáncer, incluyendo la quimioterapia y radioterapia, así como con la recuperación tras una cirugía. De nuevo, si usted tiene interés en tomar o usar cualquier producto de hierbas, consúltelo primero con su médico o enfermera.

Medidas de seguridad: Muchas personas piensan que si alguna pastilla o complemento vitamínico (o suplemento) está disponible en las tiendas, su consumo entonces es seguro y funcional. La Dirección de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) publicó en 2007 las nuevas normas para ayudar a asegurar que los complementos contengan lo que indican sus etiquetas, aunque la seguridad de estos productos y sus efectos en el cuerpo no están regulados por la FDA.

La FDA no requiere que los fabricantes de estos productos impriman los posibles efectos secundarios en sus etiquetas. Y la FDA no puede sacar del mercado un suplemento nutritivo o un producto de hierbas a menos que pueda probar que el producto no es seguro.
Informe a su equipo de atención médica sobre los productos y complementos de hierbas que esté usando o que está pensando usar. Lleve el frasco del complemento vitamínico a su médico para que hablen sobre la dosis y se aseguren de que los ingredientes no interfieran con su salud, ni con su tratamiento contra el cáncer. Algunos otros consejos prácticos:

Pida información confiable sobre los complementos nutritivos a su médico o enfermera.
Lea en las etiquetas de los productos las cantidades y concentraciones de los ingredientes activos que contiene cada uno.

Vitaminas y minerales


Las vitaminas son nutrientes clave, tales como la vitamina A, C y E, que el cuerpo necesita en cantidades pequeñas para crecer y mantenerse fuerte. La mayoría puede encontrarse de forma natural en los alimentos. También hay complementos (suplementos) que se venden en forma de bebidas nutricionales o pastillas. Los minerales son nutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para ayudarlo a funcionar adecuadamente y a mantenerse fuerte. Ejemplos de ellos son el hierro, calcio, potasio y sodio.


Las vitaminas y los minerales son necesarias para el crecimiento y desarrollo adecuado. Además permiten que su cuerpo utilice la energía (calorías) proporcionada por los alimentos.

Una persona cuya alimentación está equilibrada con suficientes calorías y proteínas generalmente obtiene suficientes vitaminas y minerales. Pero puede ser difícil comer una dieta balanceada al estar recibiendo un tratamiento contra el cáncer, especialmente si los efectos secundarios que surgen perduran por periodos prolongados. En este caso, su médico o dietista le podría sugerir un multivitamínico o un suplemento (o complemento) mineral diariamente.

Si está considerando tomar alguna vitamina o suplemento, asegúrese de hablarlo con su doctor primero. Algunas personas con cáncer toman grandes cantidades de vitaminas, minerales y otros complementos nutritivos en busca de estimular su sistema inmunitario, o incluso para destruir las células cancerosas. Pero algunas de estas sustancias pueden ser perjudiciales, especialmente cuando se toman en grandes dosis. De hecho, algunas vitaminas y minerales en grandes dosis puede que hagan que la quimioterapia y radioterapia sean menos efectivas.

Durante el tratamiento, puede que sea mejor escoger uno que no contenga más del suministro diario de todos los nutrientes, y que no tenga hierro, salvo que su doct
or considere que necesite hierro. Una vez más, hable de esto con su doctor primero.

Antioxidantes


Los antioxidantes incluyen sustancias como la
vitamina A, C y E, selenio y algunas enzimas que absorben y se adhieren a los radicales libres para evitar que ataquen a las células normales (los radicales libres son compuestos libres de oxígeno altamente reactivos creados por las sustancias derivados producidas por las funciones corporales. Pueden dañar células de proteínas y enzimas importantes y hasta pueden causar daños al ADN, lo cual puede generar cáncer).

Los antioxidantes se encuentran en los alimentos que comemos y los suplementos que tomamos. Los antioxidantes pueden prevenir cientos de enfermedades. No hay dos antioxidantes exactamente iguales, cada uno actúa específicamente en diferentes tejidos del cuerpo.

Si usted quiere tomar más antioxidantes, los expertos en salud recomiendan comer una variedad de frutas y verduras que contengan una buena fuente de antioxidantes. Por lo general, no se recomienda tomar grandes dosis de complementos antioxidantes mientras se está recibiendo quimioterapia o radioterapia. Hable con su médico para determinar el mejor momento para tomar complementos antioxidantes.

Los radicales libres son los responsables de los procesos de envejecimiento, degeneración y muerte celular. Los radicales libres se liberan en los procesos metabólicos naturales de nuestro organismo, son moléculas que pierden un electrón y viajan por nuestro organismo reaccionando con otras moléculas y “robándoles” el electrón que les falta, convirtiendo así a esta en otro radical libre. La capacidad de reaccionar los radicales libres con cualquier molécula es muy alta, provocando un gran daño en las membranas celulares.

Los radicales libres no son malos en sí, nuestro cuerpo los crea en cantidades muy bajas, para combatir frente a agentes patógenos como bacterias y virus, y se pueden neutralizar mediante enzimas (catalasa, superóxido dismutasa, etc) en nuestro organismo. Estas reacciones son necesarias en nuestro cuerpo y para nuestra salud.

Agua


El agua y los líquidos o fluidos son vitales para nuestra salud. Todas las células del cuerpo necesitan agua para funcionar. Si no consume suficiente líquido o si usted está perdiendo líquido por vómito o diarrea, se puede deshidratar. Los líquidos y minerales que ayudan a mantener el buen funcionamiento del cuerpo pueden llegar a niveles peligrosos por descompensación (desequilibrio por escasez).

Usted obtiene cierta cantidad de líquidos de los alimentos que consume, pero una persona debe beber alrededor de ocho vasos de 235 ml (8 oz) en líquidos cada día para asegurar que las células del cuerpo reciban la cantidad necesaria de fluidos.

Todos sabemos que el agua es vital para la vida, podemos pasar varios días sin comer, sin embargo morimos si no ingerimos agua. La cantidad diaria recomendada de el líquido elemento, es directamente proporcional con el peso, talla y sexo del individuo, así como, de su actividad física y hábitos.

Por lo general y para hacernos una idea, una persona adulta, sana, con una actividad media, deberá tomar 2 litros diarios de dicho nutriente, siendo preferible hacerlo entre tomas, no con la comida. Lo suyo es beber antes de desayunar medio litro, a media mañana otro medio, a media tarde medio más y antes de acostarse el medio restante.

En lo primero que notamos la falta de hidratación, es en la piel, que aparece seca, escamosa y al contacto se muestra rallada, no lisa y tersa y sedosa como debería ser. De aquí a un montón de arrugas hay solo un paso. Además el intestino se desregula, apareciendo problemas de estreñimiento, y a partir de aquí malestar y dolencias varias.

Hemos de pensar que el agua que ingerimos, nos ayuda a limpiar el organismo, día a día, de todos aquellos agentes externos que inhalamos con la respiración, de los que ingerimos con la alimentación y de los que naturalmente genera nuestro cuerpo. Así pues, beber 2 litros de agua al día es vital.

En algunos lugares el agua del grifo se puede beber, en otros es necesario comprarla envasada. En estos casos veremos que tipo de agua es más conveniente para nosotros, dependiendo de nuestra edad y necesidades nutricionales, etc. Ya que cada una de ellas tiene una mineralización y una dureza diferentes.

Carbohidratos


Los carbohidratos son uno de los tres nutrientes que suministra calorías al cuerpo. Éstos son la principal fuente de energía para el cuerpo y un gramo de carbohidratos produce 4 calorías.

Los carbohidratos ofrecen al cuerpo el combustible que requiere para la actividad física y para el funcionamiento adecuado de los órganos. Las mejores fuentes de carbohidratos (frutas, verduras y granos enteros) proporcionan vitaminas y minerales esenciales, al igual que fibra y fitonutrientes a las células del cuerpo.

Los alimentos integrales o hechos con granos enteros contienen todas las partes esenciales y nutrientes que se dan de forma natural de la semilla de grano entero. Si el grano ha sido procesado (es decir, si se ha resquebrajado, molido, enrollado, extrusionado, levemente barnizado y/o cocinado), el producto alimenticio podría ofrecer aproximadamente el mismo equilibrio rico de nutrientes que se encuentra en la semilla del grano original.

Los tipos de granos enteros incluyen trigo, avena, maíz y centeno entre otros tipos menos conocidas como cebada, espelta, avena molida, trigo de mora, mijo y semilla de lino. Los granos enteros se pueden encontrar en los cereales, panes, harinas y galletas saladas, y algunos granos enteros pueden usarse como guarniciones que complementen a un platillo principal. Identifique los granos enteros al revisar la etiqueta nutricional buscando la palabra "entero" o "integral". Frases como “trigo lapidado”, “trigo resquebrajado” y “harina de trigo” no garantiza la presencia de granos enteros.

La fibra es la parte de los alimentos vegetales que el cuerpo no puede digerir. La fibra ayuda a mover los deshechos de alimentos fuera del cuerpo con mayor rapidez. Los fitonutrientes son compuestos vegetales como carotenoides, limonoides y fitosteroles que se piensa que tienen propiedades que protegen la salud.

Otras fuentes de carbohidratos incluyen pan, patatas (papas), arroz, pastas, cereales, habichuelas deshidratadas, maíz, guisantes (arvejas o chícharos) y frijoles entre otros. Los dulces (postres, caramelos y bebidas con azúcar) pueden suministrar carbohidratos, pero ofrecen muy pocas vitaminas, minerales o fitonutrientes. Suman mucho contenido calórico sin proporcionar muchos de los otros nutrientes.

Importancia de las Grasas en la Nutrición y qué son las Grasas Saturadas


Las grasas es otro de los tres nutrientes que suple calorías al cuerpo. La energía producida por grasa consiste de 9 calorías por gramo.

Las grasas tienen un papel importante en la nutrición. Las grasas y aceites se componen de ácidos liposos que sirven como una fuente rica de energía para el cuerpo. El cuerpo separa las grasas y la usa para almacenar energía, aislar los tejidos del cuerpo y trasportar algunos tipos de vitaminas a través de la sangre.

Las grasas también tienen una participación importante en la preparación de alimentos al mejorar el sabor de la comida, hacer que los productos horneados queden más blandos y al conducir el calor durante la cocción.

Puede que haya escuchado que algunas grasas son mejores que otras. Escoja las grasas no saturadas (monoinsaturadas y poliinsaturadas) por consideración de los efectos de las grasas sobre su corazón y su nivel de colesterol:
Las grasas monoinsaturadas se encuentran principalmente en aceites vegetales como los aceites de canola, de oliva y de maní (cacahuate). Estas grasas son líquidas a temperatura ambiente.

Las grasas poliinsaturadas se encuentran principalmente en aceites vegetales como los aceites de cártamo, semilla de lino y de canola. Las grasas poliinsaturadas también son las principales grasas que se encuentran en los mariscos. Estas grasas son líquidas o suaves a temperatura ambiente.

Ciertos ácidos grasos poliinsaturados, como el ácido linoleico y el ácido alfalinoleico, también son llamados ácidos grasos esenciales debido a que el cuerpo no puede producirlos. Los ácidos grasos esenciales deben provenir de los alimentos que escogemos y son necesarios para el desarrollo de las células y la producción de hormonas.

Las grasas saturadas (o ácidos grasos saturados) se encuentran principalmente en productos de origen animal como carnes rojas, aves, leche entera o baja en grasa y mantequilla. Algunos aceites vegetales como los aceites de coco, de corazón de palma y de palma son saturados. Las grasas saturadas normalmente son sólidas a temperatura ambiente.

Los ácidos grasos trans se forman cuando los aceites vegetales son procesados en una margarina o manteca. Las fuentes de grasas trans se encuentran en los bocadillos y productos horneados con aceite vegetal parcialmente hidrogenado o manteca vegetal. Las grasas trans también son naturales en algunos productos de origen animal como los productos lácteos.

Beneficios de una buena alimentación

Una buena nutrición está determinada por los nutrientes que nos ayudan a prevenir las enfermedades o para apaliar los efectos negativos de otras enfermedades sobre nuestra salud y mejorar nuestras calidad de vida.

Mantener una buena nutrición implica:

• Sentirse mejor.
• Mantener altos niveles de fuerza y de energía.
• Mantener su peso y permitir que su cuerpo almacene nutrientes.
• Reducir su riesgo de infecciones, evitando enfermedades secundarias.

Alimentarse bien significa comer una variedad de alimentos que le dará los nutrientes que usted necesita para mantener su salud. Estos nutrientes incluyen proteínas, carbohidratos, grasas, agua, vitaminas y minerales.

Proteínas

Las proteínas son uno de los tres principales nutrientes que suple calorías al cuerpo. La proteína que obtenemos al comer puede dividirse en unidades más pequeñas que pueden ser utilizadas para el desarrollo o reparación de músculos, huesos, piel y sangre. La energía producida por proteína consiste de 4 calorías por gramo. (Un gramo es una cantidad muy pequeña al requerirse alrededor de 28 de ellos para conformar una onza).

Las proteínas son necesarias para el crecimiento y la reparación del tejido corporal, así como para mantener sano nuestro sistema inmunitario. Cuando el cuerpo no recibe suficientes proteínas, toma más tiempo poder recuperarse de las enfermedades, al igual que se tiene menos resistencia contra las infecciones.

Las proteínas pueden ser vegetales o animales. Las proteínas vegetales son nutrimentos que se encuentran principalmente en las leguminosas o sea, en las semillas que vienen dentro de una vaina alargada, como los frijoles, lentejas, habas, garbanzos, chícharos, soya o alverjón.

También son ricos en proteínas los alimentos de origen animal, que incluyen las carnes rojas como la del cerdo o res, carnes blancas como la de las aves y pescados, provienen de los mariscos, gusanos e insectos comestibles, así como de todos los productos derivados de animales como la leche, los huevos, el queso, el yogurt, la crema y otros.